sábado, 26 de octubre de 2013

Confianza y burla.

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"La confianza sube en escalera y baja en ascensor."


  Confianza: esperanza firme o seguridad que se tiene en que una persona va a actuar o una cosa va a funcionar como bien se desea.

  Bueno, eso dice el diccionario, pero básicamente, es eso, específicamente en un plano más sociable que en lo personal, confianza es familiaridad, confianza es el adecuado manejo en el trato con quienes puedas compartir día tras día. Es un elemento, es una virtud y es un arte que hace mucho más real y profunda la relación personal.

  La confianza es importante, más aún cuando es mutua, cuando es llevada de manera proporcional y con congruencia, lo cual nos evita a estar vigilantes de nuestras acciones, de estar pendientes de nuestro modo de proceder ante las personas que acontecen nuestro círculo de conocidos.

  Burla: acciones o palabras con las que se ridiculiza a personas o cosas. Engaño y/o abuso de confianza.

  Eso dice el diccionario, no lo digo yo.

  A donde voy, es al hecho de que entre "amistades" (y véanse bien las comillas), la confianza puede ser lo más deformable, alterable y con la posibilidad de desproporcionarse en gran medida, para pasar a convertirse en la falta de respeto y en la ausencia de la cortesía y el cuidado, es decir, la confianza se convierte en un permiso firmado para transformarse en la burla.

  Yo siempre estaré a favor de la evolución de la comunicación, ya que es lo que estoy estudiando, la comunicación social. Sin embargo, jamás podré aplaudir que se derriben enteramente las formalidades del pasado, donde lo formal no es solo hablar bonito, sino que más allá de eso, la formalidad es el trato inteligente hacia quien te diriges. Si, estoy totalmente claro que ya no hacen falta ciertos formalismos poco sinceros, aquellos de actitud rebuscada que le quitaban la sencillez a la vida, pero es un grave error confundir la confianza con la burla, porque mientras que la primera es una virtud, la segunda es una grosería.


  No todos pensamos así, es más, casi nadie piensa así, somos una minoría, más en la sociedad, en el país donde vivo yo, Venezuela; donde se le saca el humor inapropiado hasta a las mayores muestras de decadencia que puedas ver en las noticias o en la calle, evitando que se busquen acciones de cambio, solamente por darle importancia a las carcajadas inútiles de unos cuantos minutos. Que mierda.

  Pero volviendo al punto sociable, a las amistades. Nunca me ha disgustado bromear entre amigos, está en mi sangre y en mi cultura el tener episódicos momentos de bromas, con un "toma y dame" de chistes que amenizan una buena reunión y hacen dichos momentos mucho más memorables. La clave de que todo eso fluya de manera correcta, es el cuidado en no caer en las malas intenciones, en buscar llegar a la vejación o simplemente ser un tarugo incapacitado de pisar el freno de su locomotora a punto de estallar.

  Es bien desagradable que te digan que eres, que no eres, que hagas algo, que no sabes hacer algo, que te vistes como tal, que no sirves para nada, que eres un vago, que tienes que hacer algo con tu vida, que tu personalidad es tal cosa y un largo etcétera. Pero aún más desagradable es que dicha actitud vomitiva sea expuesta ante otras personas, ante el grupo de gente con quienes estuviste bromeando amenamente hasta hace unos minutos o peor aún, con la presencia de personas con quien tienes un trato totalmente distinto y que hasta hace un momento te veían como alguien respetable pero que ahora te sientes ridiculizado y quieres que la tan afamada teletransportación de Goku en Dragon Ball fuera posible.

  Ese balde de agua fría puede deteriorar mucho el trato con esas personas, al punto de enfriarlo tanto que, queriendo o no, desaparezca. O también puede venir la reacción de lanzar como flechas una serie de improperios bien merecidos pero igualmente ofensivos y severos, causando un pleito de mayores proporciones hasta a llegar a una situación exageradamente dramática pero que aunque le duela a los chistositos, en el fondo, sabían que podía ocurrir.
  

  Este tipo de personas no son prudentes, tienen un saco de bromas para repartir coñazos a diestra y siniestra, con todas las ganas del mundo; pero son incapaces de saber que la están bañando en mierda y además la mayoría de ellos piensa que un "Ay, era broma, relájate" es suficiente para que todo esté bien. Coño pana...

  Admito que yo fuí así una vez y no siento orgullo, sé que fue un error ser así, burlarme de personas de las que tu nunca sabrás cuanto le pesa cada sílaba de cada oración ofensiva que le lanzas como si fueran flechas, sin detenerte. Puede molestarle porque de verdad se sienta abrumado, porque se siente humillado, porque siente que la situación es totalmente ridícula (la mayoría de mis casos son así) o porque simplemente no es su día y no quiere que ningún asnejón venga a querer ponerle una cereza al pastel de heces que ha acontecido su día.

  Miren, en el fondo de toda amistad y de relación cordial tiene que haber una estima, un respeto. Si bien es cierto que la confianza de hoy en día ha eliminado muchos formalismos, al sol y lunas de hoy tampoco incluyen faltas de respeto e insultos. Podemos bromear, claro que si, un debate de bromas siempre puede ser divertido y sacarnos muchas risas, pero, cuando empiezas a hacerlo sin control, desde temprano y con extensas cantidades de tiempo, sacando bromas como cuando un mago saca un par de conejos de un sombrero, es decir, de manera insólita, incomprensible y hasta soez, vas a perder puntos, no sé que diga el público, pero conmigo, los pierdes.

  La confianza es un manifiesto en comunicación de ideales, de personalidad y es lo primero ante todo que debes hacer respetar, porque la confianza hoy en día nadie la respeta, ya que te están conociendo y mientras charlan contigo ven un hilo en su abrigo, al cabo de minutos te habrán desnudado por jalar el hilo cuando tú ni les diste permiso de tocarte. 

  En conclusión, la confianza y la burla a pesar de que el ser humano día tras día hace todo lo posible para mantenerlas en la misma oración, en la misma ley, son dos extremos, son el blanco y el negro, la luz y la oscuridad.

  He vivido toda mi vida el problema de la gente confianzuda, me la consigo a diario, la encuentro en cada etapa que inicio, hasta el día de hoy sigue ocurriendo y si bien eso no hace a todas unas malas personas, debes poner reglas del juego en cuanto veas que las cosas no están bien. No permitas que un montón de chistes banales con más peso de lo normal te afecte y si sientes que te afecta, tú eres el único que puede colocar las púas en la carretera para que ese conductor con picazón genital se quede quieto.

  La confianza no se arrebata, se gana y si te la están arrebatando, tienes todo el derecho para quitársela de un manotón verbal, con firmeza, con coraje, mira que la confianza es un pase de entrada a puertas que la gente no tiene porque entrar y muchas veces cuando entran, tiran a la basura ese pase de confianza y te costará muchísimo tanto recuperar dicho pase, así como también sacarlos de donde entraron.

Y siempre recuerda, tendrá tu confianza, 
que confíe en que tu confianza merece respeto.

 "aaaay zeck y a mi que me importa la confianzaaa?? eso no me da de comer"

 Pues joder tampoco te da de comer y aquí estás.

"aaay pero eso es divertidooo! si eres amargado!! si eres picadooo picadillo amargado feo"

  Anda a repartir tu diversión en un río lleno de pirañas en ayuno, grandísimo zopenco lame nalgas.

 Dew.



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