lunes, 30 de marzo de 2015

Análisis de la 5ta temporada de The Walking Dead


  AVISO: ESTA ENTRADA TIENE SPOILERS


 The Walking Dead es una serie de la que jamás he hablado en el blog, pero realmente creo que viene siendo buena hora de hacerlo. Desde el pasado diciembre, aproveché para ver las temporadas en Bluray y/o DVD, llegando hasta la quinta temporada que tendría continuación en febrero del presente año. Pues bien, estoy sencillamente apegado a su trama, a sus personajes y a todo lo que se desarrolla en el universo de la serie televisiva de The Walking Dead.

  
 El pasado domingo 29 de marzo ha culminado la quinta temporada y creo que es buena hora de hacer mis impresiones sobre lo que ha acontecido en estos 16 capítulos. No voy a dar un resumen muy detallado porque no tiene gracia, estas van a ser mis opiniones personales en conclusión a como termina esta temporada, reflejados en tres simples puntos. 

Disfruten.
  • Argumento y narrativa

  Ya la quinta temporada está haciendo aclamada por muchos como la mejor hasta la fecha. Tiene con qué serlo, pero sigue siendo debatible si se va desglosando lo que vimos en las pasadas temporadas, además del factor gusto de cada quien. Sin embargo, desde mi opinión personal, la quinta temporada es la que conserva la mejor narrativa entre todas.

  Si bien es cierto que en toda temporada hemos visto momentos de diálogo individuales o grupales donde sientes realmente lo corrompidos que están los personajes, desde mi punto de vista eran intermitentes, no constantes. En cambio aquí hay un crescendo importante.

  Para muchos eso le dio aburrimiento, pero realmente son palabras de muchos que solo quieren ver sesos y muertes sorpresas, lo cual no tiene tanto chiste. The Walking Dead trae una temática que se presta para tener narrativa bien elaborada, profunda, algo compleja, que transmita dicha complejidad lo dificultoso que resultaría vivir en un mundo que se devasta a punta de muertos caminantes y que al mismo tiempo perturba a la poca especie humana que queda. Ahí entran varios de esos episodios donde la mayoría del capítulo (por no decir todo) había tanta charla, tanta conversación y tanto debate entre los miembros del grupo principal.

  • Nada es perfecto, menos cuando estás en The Walking Dead

  Las largas estadías en ciertos sitios para refugiarse como la prisión (donde Rick y su grupo pudo tomarla desde cero, solo sacando zombies) ya no existen. Aquí todo lugar posible está tomado, adueñado por personas que si no están llenos de corrompidos que hacen lo que sea para sobrevivir (Terminus), pueden estar bajo un régimen moralista que solo entiende quien mande ahí (el hospital de Atlanta) o un pequeño pueblo protegido por físicas pero muy débil por quienes residen ahí y donde se nota muy poco lo fácil que puede ser invadido por los caminantes, caso muy peligroso (Alexandria).

 Eso sin contar estadías pequeñas en la iglesia y luego el largo tiempo deambulando sin munición, sin comida y sin muchas ganas de seguir unidos. Estos aspectos me agradaron, le dieron frescura a la serie quitándole un poco la linealidad de estadías, viendo que Rick y su grupo son capaces de sorprendermos más en sus resistencias a campo abierto, pero por supuesto, nunca les salió barato el andar paseando por aquí y por allá.

 Sin duda tendremos más acción y más momentos memorables si el grupo va a los lugares y no los lugares son resguardo del grupo y todos van hacia ellos.

  • El desarrollo es condena a muerte

  La quinta temporada se lleva consigo a personajes cuyos nombres quedan bastante grabados en la memoria de los seguidores y en el legado de la saga mientras sigan trascurriendo episodios. Se nos fueron Bob, Beth, Tyreese y Noah, todos en ese orden.

  

  Estas muertes tuvieron una similitud fundamental, y es que todos eran personajes que para muchos eran inútiles, aburridos, poco interesantes o sencillamente muy planos. Sin embargo, los productores jugaron magistralmente con el factor de un desarrollo especial para cada uno que antecediera a su fallecimiento. 

  Poco antes de morir, en un episodio se había mostrado como el grupo encuentra a Bob, y luego vemos como se empieza el lazo sentimental entre él y Sasha, lo vemos más en acción. Bob luego sería víctima del canibalismo y venganza de los de Terminus, y posteriormente muere debido a que fue mordido por un zombie.

  Vimos como Beth fue quien más se acerca personalmente a Daryl y a la vez ella logra desenvolverse más en su papel. La trama (la parte argumental menos fuerte de la temporada) de su estadía en el hospital de Atlanta y todo lo que tiene que pasar ahí te hacían sentir un alivio porque tanto el que terminara esa etapa como que ella fuera libre, sucedieran. Pero no, muere estrepitosamente, sin sentido, una muerte bastante tonta si la analizad, pero shockeando a más de uno.

 Tyreese es mordido y aquí es en su agonía que te das cuenta de que al final si era un buen personaje, importante, que supo perdonar, que quizá era muy correcto ya para un mundo donde quien no está corrompido, es porque está muerto. 

  En cuanto a Noah, sin duda la muerte más sanguinaria de la serie hasta ahora (después de la de Dale, en mi opinión). A Noah todo el mundo lo detestaba porque de verdad se mostraba bastante inútil y débil. En el episodio, antes de su muerte, lo vimos querer empezar un diario y sus deseos de aprender a construir para mantener a Alexandria en pie; a su vez le vimos tener una gran puntería y mostrarse como un elemento útil para los combates. Su muerte fue inesperada para mi y a la vez trajo mucha amargura, ya que de cierta manera la muerte de Beth y Tyreese, él las traía sobre su espalda y sientes que Noah fue un todo o nada que terminó en un rotundo nada.

  Las escenas de Glenn en estos últimos tres capítulos me llenaron de temor a pensar que el personaje pudiera morir al final de esta temporada. No pasó, pero hay que tener cuidado, porque como digo en el título, el desarrollo le da un carisma especial al personaje y empiezas a encariñarte con él, para que luego los escritores terminen exterminándolo. Es una jugada malévola, pero que juega muy bien su efecto en darle categoría a la serie.

Expectativas para la sexta temporada


  La sexta temporada es un hecho y ya tenemos muchos ingredientes que van a aumentar la ansiedad de su llegada a las pantallas.

  Un Rick que se supera cada vez más y demuestra la calidad de protagonista que es. Tendremos a Morgan nuevamente en la palestra, un personaje que existe desde aquella primera temporada y fue el salvador de Rick.
  
  Tenemos a Alexandria a punto de reorganizarse, tenemos al grupo de Glenn, Maggie, Abraham, Carl y todos los demás, completos, mostrándose fuertes y cada personaje guarda un arsenal de personalidad muy completo para nutrir más la narrativa que esta quinta temporada llegó a un pico de supremacía. 

  Sigue en pie el misterio de "Wolves", los zombies con la W en la frente y demás detalles que parecen van a marcar pauta en la sexta temporada. Recordemos que Rick se enfrenta a personas más peligrosas, chifladas y sanguinarias mientras transcurre la serie.

  Cargo muchas expectativas porque llegue la sexta temporada y oficialmente me declaro fiel seguidor a esta saga, que me ha dado un cóctel de emociones que tenía tiempo sin sentir. Si uso mi televisión por cable por algo, es que ese algo es muy bueno, y yo veo televisión para ver The Walking Dead.

  Manténgase vivos, este fue el análisis de The Walking Dead, final de quinta temporada.



Dew.

miércoles, 11 de marzo de 2015

Bitácora del capitán Zeck: Tercer semestre


   No sé si recuerdan las famosas cajas de juguete que les dabas cuerda unas cuantas veces y podía salir algo que te podía hacer reír, provocarte molestia o causarte angustia. Creo que todos los escenarios posibles con esas cajas sorpresa relatan bastante bien lo que han sido los tres semestres de mi carrera de Comunicación Social que llevo a mis espaldas en este preciso instante.

   Ha sido una montaña rusa y tengo muchas anécdotas que podría relatar de todo ese lote de semanas que componen los semestres, pero lo que nos trae a este encuentro son mis impresiones acerca del último que he vivido y hoy justamente se cumple una semana de que lo he acabado, mi tercer semestre.

   De antemano, quiero acotar lo atractivo que me ha parecido el plasmar mis pequeñas reseñas de lo que acontece en los niveles que van trazando los trayectos de mi vida profesional, por lo tanto, haré esto semestralmente y voy a suministrar información que nunca se sabe si le puede ser útil a un estudiante universitario de mi misma universidad, de otra universidad de mi país o de otros rincones fuera del límite venezolano que comparten esta profesión esporádica que nos vuelve tan bipolares, el ser estudiante universitario.


   Mi tercer semestre lo recordaré siempre como la etapa donde se quiebran los promedios. Vi a mucha gente conocida y a amigos míos, ver como sus promedios se desintegraron y quedaron como los no tan bien recordados promedios de la secundaria, donde te valía un camión de pepinos rancios si tu promedio era bueno o no. En la universidad los promedios quieras o no, sientes que te importan, te causa incomodidad el ver como un profesor calificación tras calificación va arruinando lo buenos que hiciste en pasados semestres, y esa fue la sensación que más me quedó durante este trayecto.

   Fue el semestre de la convivencia. Primeramente, conocí nuevos amigos que se unen a la tan sonada pandilla, al escuadrón, al pelotón de combate que estará contigo durante tu carrera o por lo menos aspiras que así sea; eso tiene mucho valor. Y los que no serán tus colegas de lucha, fueron buenos vecinos, por primera vez sentí que estudiaba con gente dedicada, seria y que sabe callarse la boca cuando es necesario, por primera vez sentí que estaba con gente y no con protozoarios. 

  Por último, creo que fue el semestre de los parpadeos y chasquidos como velocidades de tiempo. Todo pasó muy rápido, todo fluyó como la seda y jamás sentí que el final del semestre se veía lejano, todo fue a pasos de vencedores, todo fue con prisa y sin pausa. Puede que la psicología de mi mente aporte eso al estudiar algo que me enamora más cada día y que me inspira en muchos proyectos, es algo sublime.


  Algo que dio mucho de que hablar este semestre, fueron los profesores. El tercer semestre se ha basado en muchas exigencias y en algunos casos, el altanerismo como método de acorralamiento. Lo primero es bueno, lo segundo, no tanto...

Mi top personal de los profesores de este semestre, del mejor al peor, donde por obvias razones no pongo los nombres.

  Muchos profesores sin querer, me dieron muchas capacidades analíticas sobre sus comportamientos, además de lecciones personales que tomé por mi mismo durante este semestre y cargo anécdotas curiosas sobre esto. Pero para no ser tedioso, lo enlistaré en puntos breves, vamos, que ya sé que no les interesa un cipote mis impresiones sobre mis profesores, pero este blog es como mi diario e igual lo escribiré, sin dar muchos detalles.

  • La profesora de Redacción III fue mi pesadilla ANTES de empezar el semestre, esto por culpa de comentarios que la colocaban como si fuera Medusa de la mitología griega, pero con cinco cabezas y una varilla para metértela en tus partes nobles. Como verán, fue todo una mentira y ahora lamento que no da más clases en próximos semestres. Recordaré a esa señora toda mi vida, gran mujer.
  • El profesor de Periodismo Informativo II fue mi profesor de Redacción II en el semestre pasado y realmente me fue muy bien en aquella ocasión, ¿por qué no querría meter materia con él? Bueno, no hubiera querido si antes hubiera sido como fue en este semestre, donde abundaron irregularidades. No me gustan los camaleones, o por lo menos no cuando son personas siendo camaleones.
  • No sé si es un problema de la materia, de la discordancia entre economistas y comunicadores o sencillamente que la personaje en cuestión hubiera sido un robot hablando de números y dinero; pero tal incapacidad para hacer llegar la información no la había visto ni en tiempos de primaria. Eso, aunado a un carácter totalmente denso como vómito de bebé, hicieron las clases de economía las favoritas de las latas de Coca-Cola, los café o las bebidas energéticas tipo Red Bull.
  • Taller de análisis y comprensión fue una de las materias donde al final del semestre nunca pude entender su cometido. Me costó muchísimo digerir las razones de porqué vemos economía, pero aquí, aunque el nombre parezca que te explica todo, siento que no me explicaron nada. Eso sumado al hecho de que no tuvimos una sola profesora, sino dos profesoras, teniendo un pastel de personalidades. La primera una tirana silenciosa que desapareció a un cuarto de semestre y solo volvió al final del semestre para darle notas de un primer examen irregular (donde reprobó al 90%) a su suplente, perjudicando a todos y siento punto vital de que ahora muchos deban repetir la materia. Y bueno, dicha suplente resultó presentarse como la abuelita que te sirve las galletitas para la merienda, pero al final resultó ser de los docentes más groseros y altaneros que he visto en la vida, lo cual es bastante grotesco, hay discordancia en el hecho de que unos comunicadores sean enseñados por personas incapaces de comunicar sin acribillarte con su lenguaje.
   De resto, todo funciona igual, la universidad luce igual, todo se mueve de la misma forma. Antes me impresionaba con facilidad lo que me ofrecía la USM, pero ya estoy en un punto donde como estudiante llegas a madurar respecto a la convivencia entre residencia y residente. Y si, he dicho "residencia", porque así considero a mi universidad, ya es mi segunda casa, mi pequeño hogar, donde como, duermo, estudio, o donde simplemente vivo.

  Y por cierto, a quienes tengan dudas de si pasé todas mis materias. Si, si lo hice.

  Mis recomendaciones para otros estudiantes es que de antemano deben verificar ustedes mismos sobre profesores, nunca dejarse llevar por lo que dice aquel o lo que dice el otro. Antes de iniciar el semestre me hablaron pestes de una profesora que ha sido de lo mejor que he tenido en la carrera, y yo hablé maravillas de un profesor que al final le ha arruinado los próximos horarios a mitad de curso. En la universidad se vive por experiencias, no por cuentos que intentan nutrir tus hipótesis. A veces hay que tomar riesgos, porque lo cómodo no es confortable para toda la vida.

  Mantengan relaciones de iguales entre ustedes como alumnos y los profesores. Son superiores a ustedes solamente en cargo y posiblemente en currículum, pero ambos son humanos, ambos pueden ser brillantes y ambos pueden tener la razón. 

  Infórmense bien de las reglas, no permitan decretos prealertados, si te dicen que vas a estar reprobado por hacer algo, busca los reglamentos de tu facultad y verifica que tanto te pueden reprobar por ello.  



  El tiempo vuela y nunca nos damos cuenta. Ya ha pasado casi año y medio de que hablé sobre mi primer día en la universidad y ahora hablo del fin de mi tercer semestre. A veces le temo al tiempo, o quizá es a su apresurado caminar. Sea como sea, ha sido y seguirá siendo una experiencia magnífica, sin duda alguna fue cierto aquello de que la vida universitaria es lo mejor que el ser humano puede experimentar.

  Vendrán nuevas experiencias universitarias y aquí estaré para contarlas, por lo que espero tenerte aquí para que puedas leerlas. 

  Tengan ustedes, damas y caballeros, muy buenas noches.