viernes, 13 de noviembre de 2015

Viva la raza: Un tributo al Guerrero


  La historia está ahí, vigente, siempre disponible para contarla. Y si, se que mi blog no es para lanzar párrafos que la Wikipedia en tu idioma podría concederte. Pero estamos para dar pinceladas de historia, aderezados de recuerdo y todo en nombre de un hombre, un tributo al mismo, ya que el tiempo vuela, no perdona y llegamos a la década, diez años en los que un hombre cruzó su límite de vida para volverse recuerdo. Hace diez años que falleció Eddie Guerrero.

  Algunos lo saben, otros no tanto. Para los que tengan incógnitas, soy seguidor de la lucha libre ("wrestling" en inglés), empezando a verla cuando era tan solo un niño pequeño, por allá a inicios del nuevo milenio, el año 2000 era un buen momento para la industria, y el mencionado en el último párrafo estaba ahí, dando saltos, llaves y demás movimientos asombrosos, un luchador de orígenes mexicanos, nacido en El Paso, Texas, USA. Era un sujeto especial, y se ganó con creces mi preferencia en este gran espectáculo; lo es, es mi luchador preferido en toda la historia de esta categoría.

 Eddie nunca fue aquel reconocido luchador que lo veías más allá del ring, que salía en películas, programas de televisión, etc... No era el Hulk Hogan, ni tampoco el The Rock, esos sujetos que, aunque podrás no saber definir lo que es un suplex, el que desconozca de lucha libre, los conoce por ser figuras públicas del entretenimiento en general. Sin embargo, Guerrero tenía una personalidad peculiar, quizá viene de esas raíces latinas tan fraternas, porque así te hacía sentir Eddie cuando lo veías sobre un cuadrilátero, él sentía que el público era su amigo, y el público lo veía de la misma forma a él. De allí tanto chiste, tanta jovialidad, tantos momentos graciosos, tanto cántico de "I lie, I Cheat, I Steal".

  Al igual que los Zidane, que los Michael Jordan o que los Ayrton Senna, cada quien haciendo impresionantes actos de presencia en sus disciplinas, así lo hacía Eddie Guerrero en la suya. Pero destacando además algo en común con todos esos nombres mágicos, eran personas que haciendo lo que hacían, eran los mejores, y les salía por espiritualidad, por talento, por don, por lo que quieras, pero solo salía, el frasco de talento se les desbordaba con un arduo trabajo tras cámara, sí, pero que al momento del show, contabas, uno, dos, tres, listo, puesta en escena excepcional. Eso tenía Eddie.

  "Siempre tuve aptitud para el wrestling. No puedo explicarlo – es como un don. Hasta hoy en día, no siempre sé cómo o por qué hago ciertas cosas. La gente me pregunta: “¿Cómo hiciste ese movimiento?” “No lo sé”, respondo. “Simplemente lo hice.” Vince McMahon se me ha acercado varias veces luego de los combates para preguntarme qué estaba pensando al hacer tal o cual movimiento. Luego de ver la expresión en mi rostro, dice: “No lo sabes, ¿verdad?” “No”, respondo. Él solo mueve la cabeza y sonríe. Pienso que entiende que es simplemente un instinto, una corazonada. Es como un don divino de saber qué hacer para que un combate funcione en un momento específico, lo que hace avanzar la historia y enciende al público. El wrestling simplemente es algo natural para mí. No es algo que en algún momento pensé: “Esto es lo que voy a hacer”. Es lo que hice y ya. Era mi vida."


  El palmarés de Eddie en la industria de la lucha libre es digno de cualquier nombre dorado en un salón de la fama. Campeonatos medianos, campeonatos en parejas, campeonatos máximos y un muy merecido puesto en el salón de la fama otorgado al año de su partida, un último premio para alguien que había vivido siendo premiado, gracias a su labor, a su gran profesionalismo y sobretodo, a ser él mismo.

  Sin embargo, la vida de Eddie Guerrero tuvo sus puntos grises. Adicciones, amante de las fiestas, celebraciones constantes, acompañados de distintos medicamentos para dolores musculares; cóctel peligroso que de manera muy sigilosa le iría oxidando su reloj de vida. 

 Estas acciones le hicieron pasar momentos difíciles en su vida, donde quizá en el cuadrilátero no vimos de lleno esos problemas, pero su vida personal, su salud, su familia, su empleo formal, todo eso se veía en una cuerda floja si no daba un alto a todo eso que era dañino.


  Lo hizo, gracias a esa luz propia que él tenía ante los problemas, fue la que usó para salir de las sombras, eran tiempos de estabilidad, que se convertirían en épocas de subir escalones, logrando cosas. Grandes historias, conseguir el WWE Championship en una de las mejores luchas que ha tenido el cinturón, un personaje que era impresionante haciendo del bueno o haciendo del malo, un luchador que tenía el nombre asegurados en los próximos eventos importantes de la empresa, que poseía la fecha pensada para encontrarse con más galardones, la cúspide de la carrera de un luchador la vivía Eddie Guerrero.

 Lamentablemente, la gaveta donde estaban todos esos archivos, fue cerrada de golpe, una llave puesta y lanzada a un océano de impacto, de penas y lágrimas. El popular 'Latino Heat' se le acabaría el tiempo de su deteriorado error, que no importa cuanto fue el óxido limpiado, el honor recuperado; los daños estaban hechos, Eddie Guerrero había partido aquel día 13 de noviembre del año 2005, en su habitación del hotel donde se hospedaba.

 Llanto, un llanto como si se te había ido un amigo cercano, tantos años de sentimiento fraternal con su público estaban llenos de frutos, sus seguidores, los amantes de la lucha libre, sus compañeros, todos, todos sentimos profunda tristeza al ver que uno de esos héroes de cuadrilátero se iba tan pronto, con un futuro por delante, tantas historias que quedaron en deudas, tantos campeonatos huérfanos y sobretodo, el simple hecho de tener que acostumbrarnos a verlo por videos de archivo de una manera muy prematura.

"Dios no lo permita, si algo llegase a pasarme para que ya no pueda trabajar más, puedo decir honestamente que estoy satisfecho con el esfuerzo que he puesto en estos últimos años. He entregado todo, mi corazón entero. Puedo irme sabiendo que he dado lo mejor que tenía para dar."

 Eddie Guerrero dio muchas lecciones de vida, de superación, de inspiración, pero sobretodo de amar lo que tu haces, a lo que te dedicas, no importa que a los demás le disguste, si es lo tuyo, tuyo será, por eso deberás trabajarlo con fervor.

  Hoy se cumplen diez años de aquel día tan gris y es increíble la falta que hace este señor en su disciplina, en la vida de sus hijas, de su mujer, de su familia y sobretodo, en la vida de los que lo aplaudimos. Quedan los recuerdos, todos esos momentos épicos que nos hizo celebrar.


 La lucha libre le hace falta hoy en día gente como un Eddie Guerrero, pero lamentablemente, un Eddie Guerrero no nace dos veces, era único e irrepetible, y para nosotros, sus fanáticos, siempre será eterno.

  Por esto y mucho más, gracias totales por todo el buen wrestling que nos diste, Eddie. Te extrañamos mucho y siempre te recordaremos. Sigue dando buenos 'Frog Splash' en las nubes.

 ¡VIVA LA RAZA!

Dew.

Créditos: 
Citas sacadas del libro "Cheating Death, Stealing Life: The Story of Eddie Guerrero"
Citas traducidas por Alessandro Leonardo, colaborador de la web SoloWrestling



sábado, 8 de agosto de 2015

Tag de Videojuegos


Por las redes ha estado muy activo una actividad llamada "Tag de videojuegos", donde los gamers responden una serie de preguntas referentes a sus experiencias vividas en este mundo. Me he puesto a leer el tag de muchas personas y a pesar de que casi todos tienen preguntas diferentes, unas más, otras menos; me ha parecido fantástico leer la autobiografía en videojuegos que muchos plasman en letras o videos por YouTube.

Pero creo que más allá de lo agradado que ha sido ser espectador de las experiencias de otros, me ha llamado la atención el hacer mi propio tag de videojuegos, recopilando algunas preguntas que he visto en algunos foros o videos, e incluyendo preguntas personales que me han hecho amistades a través de los años que llevo jugando.

Para los que no conocen esa faceta mía, ya que no la he plasmado en el blog. Los videojuegos son mi primera pasión, mi pasatiempo preferido, y más que esto último, es un estilo de vida. Tengo un control en las manos casi desde que aprendí a hablar con un poco de soltura y desde que mantengo firmemente el control de mis recuerdos de infante.

Así que bueno, no está de sobra aprovechar que sigue en auge este tema, y compartiré con todos mis lectores y demás usuarios que lleguen aquí por Google o por alguna otra vía, de mostrarles cómo ha sido mi vida en los videojuegos.

Disfruten, damas y caballeros. Comencemos.

1. ¿A qué edad empezaste a jugar a videojuegos? 

Mi vida como videojugador empezó de manera muy temprana, no sé si en los tiempos actuales pase igual (aunque he de suponer así cuando ves a niños de tres años con una 3DS XL en manos, más grandes que su rostro), pero lo mío fue bastante prematuro. Desde los cuatro o cinco años, aproximadamente. Fue antes del año 2000 y creo que no pude empezar en mejor momento, la industria vivía una era dorada irrepetible.


2. ¿Cuál fue tu primera consola?

Sin pedirla, sin buscarla y sin saber qué eran los videojuegos en verdad, hace 17 años llegó a mi hogar una Nintendo 64, y no era la gris de todo el mundo, era la "watermelon red", preciosa. Mis padres la compraron basándose en mi alegría a ver los comerciales que pasaban en televisión respecto a algunos juegos (aunque insisto, yo no estaba claro de lo grande que era eso). Fue un mediodía de agosto, regresando de la escuela, simplemente entré a mi habitación y ahí estaba la caja enorme sobre mi cama. Lo recordaré toda mi vida y aún la conservo.


3. ¿Cuál fue el primer videojuego qué te compraste?

Con esa Nintendo 64 llegaron dos juegos, con un par de semanas de diferencia. Dual Heroes y el más importante, Zelda Ocarina of Time. Con ese par empezaría todo.


4. ¿Y cuál fue el primero qué jugaste?

No haré trampas, así que si, el primero fue Dual Heroes, desarrollado por la gente de Electro Brain y Hudson (ambas extintas). Era un juego de luchas en tres dimensiones, no sé si de bajo presupuesto, pero era bastante malo. Sin embargo, me dio bastante diversión, me encantaba el diseño de los personajes estilo Power Rangers, y es curioso que el primer juego que tuve en mi vida, fue uno de peleas, el género que menos me agrada en la actualidad. Lo podría jugar actualmente sin problemas.


5. ¿Cuál fue tu primera consola portátil?

La Game Boy Color, color "aquamarine". Llegó en una navidad como regalo de "Santa Claus / Niño Jesús", ya saben, esos maravillosos regalos abajo del árbol por la mañana. 

Vino con un arsenal de accesorios (lámpara de pantalla, el cargador de corriente, baterías recargables, botones especiales, etc...) y lo más importante, vino con un juego que está en mi memoria para siempre, Pokémon Red.

6. Cuéntanos tu cronología de consolas que has tenido.

Nintendo 64, Game Boy Color, Game Boy Advance, Nintendo DS, Nintendo Wii (automáticamente aquí tengo Game Cube gracias a Wii), PlayStation 3, Nintendo 3DS.

7. Hay mucho tiempo entre N64 y Wii, ¿por qué?

Mi relación con las consolas de mesa fueron duras. Mis padres mucho tiempo pensaron que Nintendo 64 me bastaba, pasaban los años y ese pensamiento se mantenía. Me perdí toda la generación de Game Cube / PlayStation 2 y un par de años de la generación pasada.

Sin embargo, en casa de amistades pude jugar muchas cosas de esas consolas que nunca tuve y bueno, luego llegaría Wii para acabar la sequía de consolas de mesa en mi vida.


8. De las que has tenido, ¿cuál ha sido tu consola preferida?

Es complicado decirlo, el factor nostalgia le da muchos puntos a Nintendo 64, pero también tuve unas experiencias magistrales con Game Boy Advance. Sin embargo, debo decantarme por la consola que más horas le he dado, donde más juegos he pasado, tengo una larga lista de cosas por jugar y pinta para acompañarme durante muchos años más.

PlayStation 3 es mi consola preferida de las que he tenido, muy seguida por Game Boy Advance, insisto.



9. Vas a una isla desierta y solo puedes llevarte una consola, pero con todos los juegos que quieras. ¿Cuál será tu elección?

Una Game Boy Advance, con un cargador de baterías de energía solar. Hay que ser inteligentes.


10. ¿Cuáles videojuegos nunca pudiste terminar?

Todos aquellos juegos de Nintendo 64 que requerían el uso de la memory card. Mejor conocido como "Controller Pak", era el accesorio que guardaba tus datos en Nintendo 64.

Si aquí los usuarios de PSX sufrieron con las memory card, los que tuvimos una Nintendo 64 lloramos más que ustedes. El Controller Pak era raro, complicado de conseguir y por ser un producto original, era algo costoso en la época. Por lo menos en PSX se conseguían memorias genéricas.

Casi todo lo que tenía su uso obligatorio, nunca lo pude terminar. Te odio, Controller Pak


11. ¿Cuál videojuego es el qué más veces has jugado? 

Hago trampa acá. El Zelda Ocarina of Time me lo pasé unas cinco o seis veces. Varias de esas con todos corazones, botellas y skulltulas doradas.

Killzone 3 me lo he pasado tres veces en distintas dificultades y es de los juegos en PS3 que más le he dado a su multijugador online. 

Y Skyrim le dediqué muchas horas, demasiadas, lo platiné, de hecho. Tengo los DLC y aún me falta sacarle un poco más a ellos.


12. ¿Qué videojuego te tuvo más horas sin soltarlo?

Sin duda el Super Smash Bros de Nintendo 64, lo alquilé, saqué los cuatro personajes de una sentada y me puse a jugar y jugar sin parar.

Sin embargo, el que más horas me ha tenido así, ha sido el International Superstar Soccer de Nintendo 64. Necesitaba la memoria para salvar el progreso de las competiciones, así que estuve jugando mucho, solo me levantaba para ir al baño y tuve la consola encendida durante 28 horas seguidas. 

Lo hice para pasar el modo del torneo principal del juego con Venezuela. Valió la pena.


13. ¿Cuál es tu videojuego preferido?

Esas cosas no se preguntan. Es como preguntarle a un italiano cuál es su pasta preferida.

Mencionaría varios: Un par de The Legend of Zelda (Ocarina of Time y Twilight Princess), el Metal Gear Solid I y el IV, Borderlands, Chrono Trigger, Red Dead Redemption. Son muchísimos.


14. ¿Cuál es tu saga preferida?

Sin dudas, Metal Gear Solid. Una saga llena de gran historia, militarismo, sigilo, oscuridad y unos personajes muy profundos en una trama con una narrativa excelsa.

Muy de cerca dejaría a The Legend of Zelda, que siempre será una saga especial para mi.


15. ¿Que género es el que más te gusta y el qué menos? 

Mi género preferido actualmente son los RPG, pueden ser por turnos, de acción o estratégicos; el punto es que sea RPG. 

Los géneros que menos me gustan son el MOBA y los de peleas muy técnicos. Será porque no soy bueno en ellos y siempre estoy llevándome palizas, pero bueno, es obvio que no te gusta donde no te va bien. 


16. ¿Qué música de los videojuegos te gusta más?

Los videojuegos gozan de algo muy especial, y es tener una musicalización magistral.

Todo lo que hace Nobuo Uematsu (Final Fantasy) y Koji Kondo (The Legend of Zelda) es oro, melodías dulces para los oídos. 

Dejaré acá, sin embargo, una música que no es ni de Uematsu, ni de Kondo. Es de Michiko Naruke, una gran mujer compositora que se encargó de hacer melodías en Wild Arms, un juego de PSX.

Este es el tipo de música que me gusta más en los videojuegos.


17.¿Qué videojuego le gusta a todo el mundo y a ti no? 

The Sims, Marvel vs. Capcom 3, League of Legends. 

Hago énfasis en este último. Lo he jugado y me ha dado algunas horas de entretenimiento, pero la verdad, no comparto el cariño y la sensación que le da a la mayoría de la gente. 


18. ¿A qué juegos estás jugando actualmente? 

Actualmente estoy pasándome la trilogía de Mass Effect. Ya pasé la primera parte y estoy empezando Mass Effect 2. 

Además, estoy en espera de unas partidas cooperativas en Borderlands 2 con mi gente. 


19. ¿A que le das mas importancia a la hora de comprar un videojuego? 

Al género, a sus mecánicas de juego y por supuesto, a la equivalencia entre contenido y precio.

Que sea un juego que te proporcione muchas horas, me gustan los juegos grandes, y si tienen factor de rejugabilidad, pues mejor aún.

20. ¿Hasta cuándo piensas seguir jugando? ¿Ya no estás muy grande para eso?

Hasta que el cuerpo aguante, hasta que la resistencia en mi dure. He crecido con esto, con videojuegos, controles y botones en mano durante muchas horas, durante años.

Esto para mi es más un estilo de vida, una visita a otros mundos, que un simple pasatiempo.

Los videojuegos me han ayudado en muchas cosas, además que han estado para mi en tiempos de tristeza, de alegría, de rabia, de soledad y sobretodo, entre amistades valiosas que me ha dado este mundo.

Mis mejores amigos han llegado a mi vida gracias a los videojuegos y eso, eso no te lo da cualquier cosa.

Pienso seguir jugando toda mi vida, compartir ese gusto con mi pareja, mis hijos, mis nietos y demás familiares. Por supuesto, seguiré jugando con amistades, como siempre ha sido.

Hay cosas en la vida que simplemente, nunca merecerán un "Game Over".



Este ha sido mi Tag de Videojuegos, espero que disfruten leyéndolo al igual que lo he disfrutado yo redactándolo.

Un abrazo a todos.

Dew.

lunes, 13 de julio de 2015

Gracias por todo, Satoru Iwata


La emblemática compañía, Nintendo, y a su vez toda la industria de los videojuegos en general, han recibido un golpe muy duro. Satoru Iwata, quien fuese presidente de Nintendo durante los últimos 13 años, ha cruzado el límite de la vida. Su deceso fue el pasado sábado, a causa de una obstrucción biliar que llevaba tiempo tratándose, pero que lamentablemente esta complicación de salud le ganó la batalla al hombre de la eterna sonrisa.

Más allá de hablar sobre su carrera, donde nació y quien era, quiero usar este espacio para hablar un poco de quien fue Satoru Iwata para mi.

Los que bien me conocen, saben que los videojuegos han sido uno de mis mayores pasatiempos en mi vida. Disfruto a lo grande pasar muchas horas jugando, ya sea solo, en compañía de mi novia, de mis amistades o de incógnitos alrededor del mundo; jugar más que un ocio, es parte de mi vida, me ha ayudado a drenar rabias y tristezas, a desatar mi euforia y mis alegrías, y hasta me ha resultado para inspiraciones al momento de contar historias.

Al mismo tiempo, quienes me conocen, saben cómo empezaron mis andadas en este mundillo, y eso fue con una consola de Nintendo, específicamente la Nintendo 64.

Si bien es cierto que Iwata no estaba al mando de la compañía cuando yo empiezo a jugar por allá en el año 1999, casi llegando al 2000, fue par de años luego cuando el buen Satoru llegaba a la presidencia (2002) de la gran 'N' y empezaría un ciclo inmemorable para la gigante compañía nipona.


Estuvo presente en los últimos tiempos de vida que tuvo Nintendo 64, para luego traernos todo lo referente a Game Cube y Game Boy Advance. Luego llegarían dos de sus consentidas, Nintendo DS y Nintendo Wii, que traerían mucho éxito, dinero y alegría a las arcas de Nintendo y por supuesto a los hogares de los fanáticos.

Ahora bien, veo mucha gente que no sé si es porque la situación apena el hecho de ser críticos o es simple hipocresía de Internet. Pero por mi parte, me gusta ser fiel a mi derecho de disentir y el opinar sanamente a ciertas cosas. No sé como era el buen Iwata respecto a la crítica, ya que era un hombre sumamente enfocado en hacer su labor y cumplir sus cometidos sin mirar a los lados, estaba para trabajar y lograr cosas, cosa que veo sumamente respetable.

Pero no mentiré, en los últimos años, luego de mis frustraciones con Wii debido a que dejó de ofrecerme lo que yo quería y que desde mi punto de vista, fue una consola que se estancó. Eso aunado a diversos lanzamientos donde las sagas más esperadas se convertían en juegos que poseían menos del 10% de complejidad respecto a sus originales, me vi envuelto en críticas constantes hacia el manejo de Iwata y las decisiones de Nintendo en general.

Admito que hasta dije cosas muy feas referente al último E3, donde ciertos anuncios los catalogué como "burlas". 

A pesar de todo eso, de mis diferencias de los últimos años y de mis molestias a que las cosas han cambiado muchísimo respecto a las consolas de generaciones anteriores, nunca dejé de pensar que Iwata era un genio, un sujeto bien preparado, un hombre lleno de estudios y que detractores de cualquier tipo no podrán negar una cosa fundamental: Amaba lo que hacía.

Si bien es cierto que hoy en día Wii U no me interesa luego del chasco que significó Wii al final de su estadía conmigo y que ando buscando vender mi 3DS porque no hay juegos que me llenen, sería egoísta y bastante repulsivo el negar lo tanto que disfruté con Nintendo DS, con Game Cube en casa de otros amigos y sobretodo con Game Boy Advance/Color, donde Iwata contribuyó a que mi juego preferido de Pokémon (Gold/Silver) fuera la genialidad que es hoy, por ejemplo.


No por nada es que gente de la industria como responsables de Platinun Games (Bayonetta), Tekken y la misma PlayStation, entre otros; afirman que Satoru Iwata era un genio y le agradecen todo lo que hizo por este mundo de los videojuegos.

Con la educación siempre por delante, haciendo reverencias como saludo y agradecimientos constantes, sonriente siempre ante las adversidades e irreverente a la crítica. Insisto, no importan las diferencias, que las hubo y siguen habiendo, este tipo era un grande y eso no se niega.

Satoru Iwata se ha ido, todos vamos hacia el fin de la vida, de alguna manera u otra y a él le tocó, quedará recordar todos sus aportes, sus cosas buenas y si tuvo errores, también aprender de ellos, al final era un ser humano, como tú, como yo, como todos.

¿Qué pasará con la presidencia de Nintendo? ¿Cómo queda el proyecto de la nueva consola de Nintendo (NX)? ¿Cambiarán la manera de hacer las cosas en Nintendo? Nadie lo sabe por ahora, es un día muy duro para los gamers en general y a pesar de que se superará, la melancolía está presente.

Apreciado años atrás, criticado humildemente en tiempos más recientes, pero jamás olvidado en el futuro. Gracias por todo, Satoru Iwata. Hasta siempre.

“En mi tarjeta de presentación, soy un presidente de empresa. 
En mi mente soy un programador de juegos. 
Pero en mi corazón soy un gamer”
- Satoru Iwata -


Dew.

jueves, 25 de junio de 2015

Reseña: Rebelión en la granja, de George Orwell

El texto a continuación es hecho por mi, y fue originalmente realizado para un trabajo en la universidad (el cual posiblemente no será valorado como merece). Así que con motivo de los 112 años del natalicio de una mente maestra como lo fue el señor Eric Arthur Blair, o mejor conocido en el ámbito literario como George Orwell, compartiré con ustedes una mini reseña de lo que ha sido uno de mis libros preferidos y que me leído varias veces, 
"Rebelión en la granja".
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Reseñando:
Rebelión en la Granja - George Orwell


  El mes de junio es otro cumpleaños para nuestro escritor y profeta, George Orwell. A su vez, este año se cumplen siete décadas de que "Rebelión en la Granja" llegó a las estanterías. La obra de George Orwell desde ese entonces, no ha dejado de vender millones de copias alrededor del mundo, y se sigue sosteniendo como uno de los libros más leídos en la historia.

 La fábula más emblemática que se ha conocido, ha sido traducida a diversos idiomas desde su lanzamiento, pasando por el inglés, el alemán, el italiano, el sueco y hasta el catalán. También se sabe que “Rebelión en la Granja” en distintos colegios y universidades del mundo, es una lectura obligatoria para los jóvenes, ya que esta es una crítica a la Unión Soviética, y una contundente denuncia a los sistemas totalitarios, que aún en la actualidad, siguen existiendo alrededor del mundo y que a punto de vista personal de este servidor, hay que erradicar de una vez por todas.

 En Estados Unidos, el libro más allá de concientizar sobre los regímenes totalitaristas, es usado como propaganda por dicho país para criticar al comunismo como sistema de gobierno.

 El libro toca temas importantes de la actitud humana, como el hombre puede corromperse cuando recibe un poder al cual no estaba preparado, o como relata el libro, cuando se gana un poder que por vías normales no le pertenecería a cualquiera. Como se puede manipular a la gente que es más ignorante y estos últimos pueden perjudicar a los más inteligentes, ya que se logra agrietar cualquier hipotética unión contra la maldad, y cuando los buenos, los valientes, los que denuncian; terminan silenciados o peor aún, exterminados. Es una novela satírica que habla a fondo de los sistemas políticos y sobre la condición humana.

La historia personificada en animales


  Orwell en esta obra buscó ambientar desde las épocas de la Monarquía Zarista, hasta los tiempos de la revolución rusa con Stalin al mando, dándole a cada animal características de personajes relevantes en esos períodos históricos.

 El dueño de la granja, el señor Jones, es la muestra del régimen zarista; mientras que Mayor, el cerdo más viejo, representa a Lenin, el líder que todos respetan y que insta a sus allegados a alzarse en una revolución (la cual se da, expulsando al Sr. Jones).

  Napoleón, el cerdo protagonista de este relato, tienen fuertes similitudes con la que sería su versión en la realidad, Iósif Stalin. Esto debido a las políticas de restricción que ejerce en la granja, la amenaza y el terror como formas de hacer política, y por supuesto, el totalitarismo personificado.

  El otro cerdo relevante de la historia, Snowball, representa a Trotsky, figura importante de la URSS y mano derecha de Stalin,. Stalin traiciona y desaparece a Trotsky, tal cual sucede en el libro con Napoleón y Snowball, respectivamente.

  En el relato también se personifican a grupos de personas u organismos. Por ejemplo, el caballo Boxer representa al proletariado, que eran hombres que trabajaban duro, pero al final no recibían lo que merecían, a pesar de que estaban implicados en el discurso de "defensa de las clases sociales" en la revolución rusa. Mientras que Squealer, otro cerdo, acompañante de Stalin, es el representante fiel del aparato propagandístico de la URSS, quien es intermediario y pinta las malas decisiones como justas y necesarias, el clásico "aquí todo está de maravilla".

  A su vez, el cuervo Moses representa a la iglesia ortodoxa, la cual mediaba con el Estado y la oposición; tal cual ocurre en el libro, donde Moses habla con los humanos, pero también convive con los cerdos. También reluce la manada de perros guardianes, que son el claro ejemplo de la policía secreta stalinista, encargados de expulsar y fusilar a los que estuvieran en contra de la URSS. 

 Orwell les da a los animales un sentido de racionalidad igual al del hombre, mostrándose como si fueran humanos.


  Los animales luego de tomar la granja, crean una serie de mandamientos, que son lo equivalente a una constitución de una república. Reglas como el no usar ropa, no matar a otro animal, o no dormir en una cama; son leyes que al principio se ven bien aplicadas y conjunto a buenas políticas, los animales logran convivir plácidamente en aquella granja libre y soberana que habían soñado.

  Sin embargo, el sentido de corrupción y manipulación se denota cuando Napoleón luego de expulsar a Snowball y quedarse con el poder absoluto, empieza a editar o borrar los mandamientos según la conveniencia de los cerdos.

  Napoléon y sus otros compañeros cerdos, van tomando actitudes más humanas, como el usar ropas, dormir en las camas o beber alcohol. Todo esto mientras van apartando de su camino a los animales que representaban una amenaza para sus intereses, y manteniendo a los animales restantes amenazados con ejecuciones (que ya habían ocurrido). Así al final del relato se consagra la dictadura absoluta, con los cerdos vistiendo como humanos y compartiendo con ellos, mientras el único mandamiento que relucía era el que pone la piel de gallina a cualquiera y que realmente, no está nada alejado de nuestra sociedad hoy en día.

“Todos los animales son iguales,
 pero unos animales son más iguales que otros”.



 Una enseñanza mediante un relato simple

  “Rebelión en la Granja” es una obra de la literatura, una muestra de cómo se crea una fábula y un libro que enseñará a todos un poco más sobre cómo se manejan los regímenes totalitaristas alrededor de la historia y el mundo.

  Orwell hace de este libro, una lectura más que amigable para el lector, sin importar la edad del mismo. Se hace énfasis en que sea una fábula, porque ese género comúnmente se usa para cuentos para niños y caricaturas. Pero Orwell usa esa composición literaria a su favor, con el propósito de que su libro le llegara a un público más grande, más general, y no solo a los conocedores de la historia universal.

  Es un libro de pocas páginas, del cual existen versiones ilustradas para darle mayor carisma a la historia. La trama es fresca y todo se lee bastante rápido, perfecto para leer en salas de espera o mientras viajas. Además, es un libro que se presta a leerlo más de una vez, ya que a pesar de su oscuro final, la moraleja no defrauda en lo absoluto.

  Orwell siempre tuvo razón, fue una persona profética, y esté donde esté, nos comentaría con pesar que ahora, en este preciso instante, en varios territorios del mundo, se está efectuando un libreto similar al de "Rebelión en la Granja", solo que allí no se tratan de letras escritas en páginas, sino de realidades plasmadas en vidas. La realidad.

Dew.


martes, 12 de mayo de 2015

Anécdotas de Zeck: Mi tatuaje



  Es increíble como el tiempo pasa, siempre digo que los relojes no juegan, son un relámpago, un chasquido o un pestañeo; sin importar cual sea, el punto es que es sumamente rápido. Lo digo porque fue hace un año que escribí una de las entradas más sentidas que he tenido la oportunidad de redactar por acá, y eso fue sobre el quinto aniversario de la partida de mi abuelo (la cual puedes leer aquí).

  Como verán, la fecha de esa entrada y la de esta que están comenzando a leer, coinciden. Así que si, damas y caballeros, hoy se cumplen seis años de que mi abuelo tuvo que cruzar el límite de la vida, viajar a algún sitio que los vivos desconocemos. Hace seis años mi vida cambió para siempre. 

  Pero esta vez no quiero hablar de nuevo sobre lo importante que es mi abuelo, el cuanto lo quiero y cuantas lágrimas han viajado por mi rostro a causa de lo mucho que lo extraño. Todo eso lo saben, yo lo sé y seguramente él, donde quiera que esté, también lo sabe.

  Hoy quiero compartir con ustedes un hecho que tiene meses y eso tiene que ver con la imagen que abre esta entrada allí arriba. Resulta que ese escudo con la bandera de Italia, la cinta, las palabras y todo lo demás, es el primer boceto que se hizo del que es hoy mi tatuaje. Contemos todo como fue.

  Luego del fallecimiento de mi abuelo en el año 2009, fueron muchas las promesas que hice ante su cuerpo inerte, tanto en su hogar cuando murió en su cama, como frente a su ataúd en aquel frío funeral del cual intento borrar lo más posible de mi mente.

  Prometí muchísimas cosas. Creo que me sobran dedos de una mano si cuento lo que he logrado, pero bueno, creo que poco a poco todo se viene dando. Prometí graduarme tranquilamente de mi secundaria (lo cual logré), ser un hombre de bien con una carrera universitaria establecida (lo cual está en proceso), viajar a Italia para hacer el viaje que él y yo teníamos pendiente y lamentablemente no pudo ser (algo que se ha vuelto muy cuesta arriba con los años) y actualmente la promesa cumplida más reciente, el tatuaje en su honor.

  Cuando pasó algo así de un año y medio, le dije a uno de mis mejores amigos en toda la vida, el señor Carlos Eduardo Vallejo, quien es mejor conocido por este servidor como "Charlie" que hiciera un pequeño boceto en digital, de la mano de Photoshop (programa que sabe utilizar) y al final salió el dibujo que ven allí arriba.

  Yo tenía aproximadamente unos 15 años, casi 16. No estaba a la edad adecuada para hacerme mi tatuaje, o por lo menos no según los estándares de mi hogar. Mi meta serían los 18, la edad donde uno se imagina que todo es posible. No sabía lo equivocado que estaba, el camino se empezaría a poner empinado.


  Mi padre es un hombre sumamente enchapado a la vieja escuela, además de que nunca tomó en serio que yo fuera a hacerme un tatuaje. Yo por mi parte me puse a buscar presupuestos en distintos sitios de Caracas. Cuando ya los tenía, los traje a casa y empecé a charlar sobre posibles fechas, gastos y demás. Todo eso se vino abajo cuando empezaron las trifulcas en casa para ir en contra de hacerme cualquier cosa semejante a "personalizar" mi piel.

  Fueron días muy grises, ya que eso fue contemporáneo con mi salida de Idiomas Modernos. Esta situación me trajo mucho estrés, malestares y una frustración enorme, realmente había mucho daño en mi con esta situación. Mis padres al ver esto decidieron que había que conversar mejor las cosas, y al final quedamos en que sí se haría, con cierta condición de ir a hacerme exámenes de sangre (los cuales tenía más de una década sin hacerme).

  Parece un trato justo y realmente lo era. Lamentablemente esos exámenes dieron resultados terribles en cuanto a los niveles de colesterol y triglicéridos, por lo cual yo mismo decidí tomarme un tiempo para dedicarme a mi salud con distintos médicos. Obviamente, eso tomaría un período considerable y la idea del tatuaje se quedó dentro de una gaveta.

  Por supuesto, cuando decido volver a las andadas en la búsqueda de presupuestos actualizados, la inflación galopante de Venezuela hizo estragos en todos los que yo tenía antes, ya todo era impagable para ese momento. No me quedó otra que dejar la idea en una nube, flotando sin rumbo y esperar, conformarme con ese "algún día..." que uno digiere con sabor agridulce, tratando de seguir la vida normal.


  Es curioso como el dicho de "cuando no buscas algo, te llega por sí solo" es tan cierto a veces. Fue a finales del año 2014, cuando una de las mejores amigas de quien por aquel entonces era novia, decide tatuarse y ante la invitación de ambas yo decido asistir a esa sesión. Total, era interesante y yo seguía soñando con la posibilidad de llenarme de tinta.

  El sitio fue Clinic Tattoo en el C.C. San Ignacio de Chacao. Un negocio bastante pequeño pero con temática de tatuajes, perforaciones y buen rock entrándote por el rostro sin importar a donde voltearas, era genial.

  Presencié como tatuaron a la chica y mientras decidí buscar el boceto que estaba guardado en mi blog desde un teléfono, por lo que al final no pude irme sin hacer la típica pregunta "Pana, ¿cuánto crees que costaría hacerme este tatuaje?" El precio fue como el boceto, un bosquejo, un tal vez, pero lo que escuché me pareció muy accesible y prometí visitar varias veces el local para mostrar el modelo en papel, rediseñar algunas cosas y si todo salía bien, cuadrar la cita.

  Todo eso salió bien, realmente todo fluyó como lluvia en Noruega, era alucinante. La fecha estaba escrita, 31 de enero del 2015, ese sería el día. No había que hacer más nada, solamente esperar la llegada de ese cuadro en el calendario. Fue una espera extraña, a veces sentía que era un sueño, o que pasaría algo que no me permitiría hacerlo. Veía mi brazo vacío y pensaba que era una locura que pronto estaría un dibujo ahí. De hecho, hasta le tomé foto a mi propio brazo, digamos que para el recuerdo.


  El sueño se hizo realidad, nada era mentira, todo era una verdad absoluta. Llegó ese 31 de enero que jamás olvidaré. Con la compañía de mi novia, sus amigas y un yo con un cóctel de emociones (nostalgia, angustia, emoción, ansiedad y alegría), viví un día increíble.

  Cuanto la gente te habla de tatuajes, los argumentos de como se sienten las agujas y demás, suelen ser un bodrio, mientras que otros hacen un buen intento por explicarte, pero jamás vas a tener claro como se siente. La cuestión está en vivirlo, esa será tu única manera de responder tus interrogantes de como se siente tatuarse.

  La aguja pasando la tinta es una sensación que seguramente jamás habrás sentido en alguna otra ocasión, solo sentirás lo mismo cuando te estés tatuando. Es mentira que el dolor es insoportable, pero también es una gran mentira que no duele nada, se siente fastidioso, es un dolor punzante que te encantaría evitar. Eso sin hablar mucho de cuando te colorean, donde la máquina se mueve como si estuvieras coloreando con un crayón de cera, es una aguja distinta, se siente distinto, pero no deja de doler.

  De todas formas, es bastante soportable, puedes convivir con ello durante toda tu sesión, mucho más cuando el resultado vale la pena.

El boceto y el real hecho el mismo día, con la piel carnosa y adolorido, pero feliz

  Por supuesto, ahora todos me van a preguntar el significado de mi tatuaje, algo vital, lo más importante que hay al tatuarse, sin duda.

  Les citaré lo que puse en mi Instagram cuando subí una foto del trabajo listo.

  "El escudo representa la protección y fortaleza ante las adversidades. 

La bandera representa una nación, una tierra de gente maravillosa, el país de mi abuelo, el país que me enseñó a querer. 

Las palabras "fuerza" y "coraje", que mi abuelo llevó como valores en su vida, los cuales deben estar siempre presente.


Y luego, lo más clave, la firma. La firma de un hombre próspero, de un hombre luchador, de un hombre que construyó e hizo sueños realidad, un buen hombre. La firma de mi abuelo.


No me importa si te gusta o disgusta, no me importa si lo ves simple o lo ves descuadrado, tampoco me importa si te causa pique el que me tatué una bandera de otro país.



Lo que me importa es que a mi me gusta y que así como en el recuerdo, ahora llevo a mi abuelo tatuado en la piel, para toda la vida".

  Es una idea bastante sencilla, pero que encabeza todo lo referente a mi abuelo y plasma un sentimiento especial. Estoy muy contento con lo logrado y sin lugar a dudas, es una promesa cumplida.

Así se ve actualmente, foto tomada justamente ahora. Cicatrizado, sano y majestuoso


  Y bueno, esa es mi historia, la historia de como entinté mi piel, una anécdota de como logré cumplir un sueño para mi y una promesa entre mi abuelo y yo. Fue un camino largo, complicado, pero que al final me trató como la seda, una meta cumplida.

  Los tatuajes son especiales, porque son eternos, eternos como el recuerdo que tú tendrás por esas personas que quieres, por esos seres legendarios que transitaron contigo una parte de tu vida.

  Esta es la anécdota del tatuaje que llevaré entintado en mi piel toda la vida, en honor a mi abuelo, Valfredo Di Pasquale.

  Gracias, totales.

 Dew.