martes, 31 de julio de 2012

Bitácora del capitán Zeck: Me cago en los días pedorros, coño.


  Fue hace más de dos años, cuando en este mismo espacio electrónico, hice esta entrada: 

Días [ + ] <-----> [ - ]

  Era un cóctel fuerte de buenas y malas palabras para mi día favorito y mi día más detestado de la semana, respectivamente.

  A sol y luna de hoy, puedo estar totalmente de acuerdo con lo que dije hace más de 730 días atrás, el Sábado me sigue pareciendo los senos del calendario y el Lunes me es lo mismo a la verruga en del dedo meñique del pie. 

  Sin embargo, vivimos constantemente en un frecuente vaivén de fortuna y oportunidades en lo que se refiere a momentos en cualquiera de los siete días que conforman nuestra semana.

  ¿Qué quiero decir con esto? Pues que nos puede ir muy bien en el día que menos nos gusta o sencillamente nos puede ir como una patada en la zona genital en el día que para nosotros sería el mejor de todos, así como también en los días que no nos quitan el sueño, ni el hambre, sólo están allí y punto. 

  Lo de la patada en la zona genital, ¿les ha pasado? ¿si, no, tal vez?. Miren, a mi si, justamente, hoy.

  Día Martes, es un día para mi, totalmente... ¿Cómo decirlo? que tiene acostumbrado a pasar sin pena, ni gloria, un día que no sale ni por la puerta grande, ni por la puerta del sótano, es más, la última memoria que tengo del único peor Martes de mi vida fue el día en que mi abuelo murió, que cayó susodicho día.

  Pero hoy señores, hoy he sido víctima de una avalancha de heces fecales atentando contra mi ser y cualquier aura de espacio personal existente que pueda rodear mi cuerpo, he sido escupido, vomitado y cagado por cualquier ente celestial que controla mis pasos como si fuera una ficha de Monopoly y que cae en la cárcel cuatro veces seguidas y una por la maldita tarjeta de "Casualidad".

  Quiero ser lo más breve posible, en todo lo que me pasó, ya que recordarlo, es semejante a lo amargo que es recordar cuando te llegó de sorpresa una escena de sexo explícito en la película que veías con la familia, si, así de amargo e incómodo.

  Era un día que comenzaba bien, estrené una camisa nueva que me resulta muy cómoda, tuve un excelente trayecto en la camioneta y luego en el Metro, no perdí tiempo alguno, llegué a buena hora a la universidad, todo estaba bajo los controles de la normalidad.

  Tuve una buena clase de Inglés (estudio Idiomas, para los que no lo saben), donde ya mi nueva profesora de dicha materia se sabe mi nombre, me hace bromas y me llevo bien con su manera de explicar, no soy un capo del Bronx que entiende todo a la perfección, pero logro defenderme y entiendo las cuestiones que se me ponen, en fin, fue una buena clase.

  Pero la dicha que me traía el día de color azul rey, con cánticos de aves incluidos como película de Blancanieves fuese, se vendría un ametrallamiento de cargas de profundidad explosivas candentes en conjunto a un cielo del color gris con óxido como el del corta uñas de tu bisabuela. 

  Al salir, uno de los compañeros conocidos de la universidad, me dice que estoy con ellos en otro salón, con otra profesora, a la cual tiene mala fama por enyucar a tres amigos míos en el último examen del semestre pasado en Inglés, de la manera más pedorra y repulsiva que puede acontecer de una profesora que hace notar que da clases de manera pedante porque le pintaron una paloma unas seis veces en la UCV y a la séptima vez que, cuando logró entrar, la expulsaron a la semana porque alguien pagó una suculenta cuota de dinero para tener el cupo de susodicha fémina carente de cualquier sentido de la pedagogía existente.

  No entiendo porqué, es decir, fui de los primeros en poner la sección en Internet apenas me inscribí, estoy en un salón donde hay OCHO malditas mesas vacías, es decir, no desbordan alumnos por las ventanas y hasta en mi horario sale que veo clases en esa aula donde he visto todos estos días.

  Pero no, me salen con un cambio de sabe Dios donde carajos coño que busca destruir mi tranquilidad y calma como una lata mordida por el increíble Hulk, un cambio de niveles demoníacos descomunales de seres amamantados por uranio.

  Eso me puso mal, apagó mis sensores de atención, los que captan todo el montón de información que recibo clase tras clase en distintos idiomas, sólo para encontrarme luego con la clase más mascahuevos que he tenido que enfrentarme en todo mi historial en la universidad, la clase de Fonética del Italiano, una clase donde me sentía como el único pendejo incapaz de captar que era el montón de jeroglíficos extraños que me caían como lluvia ácida, mientras que mis compañeros más cercanos si entendieron absolutamente todo y andaban tal cual lo muestra la siguiente imagen.

Mis amigos haciéndome saber que entendieron

  De paso que al salir, la corte celestial no le bastó con hacerme pasar un día más denso que dormir en una piscina de mayonesa, así que me recibe con gotas de agua aproximándose para refrescarme el regreso a mi casa, refrescada la cual no pedí pero bueno, jodamos a este cabeza de chorlito que quizás no se lo merece, pero está bien cachetón y queremos joderlo. 

  ¿Por qué marico, por qué? ¿por qué el destino le provoca jugar con mi cerebro y mi sentir como si fuera ese sistema complejo que tienen los psicólogos de que la primera bola de acero le pega a la última con cinco bolas de por medio y repetir la acción varias veces como típico bebe de feria?

  ¿Por qué la mala leche conmigo, por qué coño me sucede a mi? Maldita realidad siniestra escupe fluidos de condón, COÑO DE LA MADRE EN PANTALETAS.

  Y aún así, cuando estás rebosando de mierda tu día, buscas calma y adentrarte en otro mundo paralelo, donde lo importante es tu ametralladora y tus granadas... Jugando Killzone 3 online, mis padres me llaman de manera exaltada, salgo preocupado a ver que quieren, cuando veo que mi papá está viendo televisión de lo más very happy y mi mami en su oficina viendo sus cuentas... Era para limpiar la caca de Rocky, mi perro, cuando volví, la partida había terminado y me habían fusilado como un queso unas tres o cuatro veces.

 ME CAGO EN TI, MARTES PEDORRO, DEFECADO POR UNA CUCARACHA QUE ACABA DE PARIR A SUS MONTÓN DE CRÍAS PÚTRIDAS Y ASQUEROSAS, CARAJO.


"ay simon si eres quejon, yo tengo muchos peores dias que tu y mas complicados, y siempre me va mal y no me ando quejando, si eres niñita vale, gay!"

  Púes si tienes más problemas, ahógate en tu océano de mierda, pus y costras infectadas y déjame a mi mentarle la madre a toda la faz terrestre existente y ahora en especial a ti, cabeza de chorizo carupanero horneado y mugriento.

  Martes, vete al coño de tu madre.


Dew...

Er'Zeck


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